La primera ciudad que pisé en este lado del mar fue Madrid, y no sé por qué pero de ese primer día recuerdo la primera cucharada a un gazpacho que, aunque racionalmente que su temperatura era fría, me disgustó precisamente por su temperatura. Hay cosas frías que no tendrían que parecer calientes. En esos primeros meses que “viví” en España, entendí poco y me sorprendió mucho. Años más tarde volví y me quedé a vivir siete años y medio, llegué a adorar el gazpacho, precisamente por su frialdad. En ocasiones son los pequeños detalles los que recordamos y los que echamos de menos de los lugares que nos han marcado. Hoy simplemente recordé ese primer gazpacho, y al sol que lo parió.
Me despido de estos dos países, España y Catalunya, después de una pequeña vida aquí. Los números están por ahí y los agradecimientos por este tiempo tan largo, maravilloso, confuso, interesante y duro también se han plasmado aquí y allá. Ya me despedí en su momento de los dos años que pasé en Madrid y no sé cómo empezar a despedirme de esta ciudad que he odiado y aprendido a hacer mía en todo este tiempo.
Barcelona
Son muchas cosas que echaré de menos, el aliño de las ensaladas, el pan duro de los menús, los menús, el falafel y el cortado, el catalán en las canciones, el Raval y Sants, Gracia y el Born. Las Ramblas espantosamente llenas y la Barceloneta maravillosa vacía (en invierno). El Floridablanca y su pareja perfecta el Laurel, la estrella, la voll Damm y la Moritz, los vinos del Montsant, los amigos y amigas, los que quedan y los que se fueron. El “adeu” el “maco” y el “propera estació paral.lel”. Al Barça por supuesto, al cielo azul y el cine de Montjuic. A la única hamburguesa del Kiosco que podía comer, los dos o tres buenos restaurantes vegetarianos, las muchas patatas bravas. Echaré de menos el verano aunque tanto lo haya sufrido, al IN3 (aunque usted no lo crea), a los sortidozz y el Bicing, al Sifón, al Quimet y Quimet. A la calle Blai, la Paradeta y todos los bares cutres en los que me he tomado un café o una birra. Pero sobre todo echaré de menos las partes de mi que se quedaron aquí, las pocas cosas que me llevo conmigo. Si siempre hay un tren que desemboque en Madrid, este petit pais estará siempre en el meu cor. Continue reading “Interludio” →