Acabo de regresar de una de las conferencias más interesante en las que haya participado. En realidad era la combinación de dos cosas: Photomedia 2012 y un taller organizado por la Red Nórdica de Visualidad Digital titulado Las cámaras digitales como nexo en la vida cotidiana.
Aunque habría mucho que comentar (existe el proyecto de publicar una selección de papers) quisiera resaltar algunos aspectos transversales que me parecieron especialmente relevantes y que surgieron a lo largo del evento:
1. Parece estar tomando forma un campo de estudios, transdisciplinario, con el estudio de la fotografía (casi podría decir digital) como objeto de estudio en Ciencias Sociales. El campo tiene su referencia en tres journals que están consolidando su presencia cada vez más: Photographies, Photography and Culture y Philosophy of Culture.
2. A pesar de que los estudios sociales sobre la estética o la indexicalidad siguen estando en el centro de la discusión sobre la fotografía, aproximaciones desde otras perspectivas comienzan a ganar terreno. En ese sentido mi propio trabajo representa una de estas corrientes que buscan estudiar a la fotografía no ya como representación sino como práctica,
3. Es curioso cómo hay un importante número de trabajos sobre los autorretratos. Aunque en su mayoría parten de una reflexión goffmaniana de “presentación del ser”, en relación especialmente con las redes sociales (curiosamente no siempre en facebook, aunque se piense lo contrario existen muchas plataformas de redes sociales que son locales y que tienen mucho éxito, especialmente entre adolescentes). Estos estudios sobre fotografía retoman la estela de los estudios de internet sobre identidad.
4. (Especialmente relacionado con lo anterior) Hay una necesidad imperiosa de discutir cuestiones éticas en el uso de las imágenes para la investigación social, en la vía de lo que trabajamos, con Elisenda Ardèvol, en este texto. La idea básica es que no porque tengamos acceso a las imágenes en internet estas son “públicas” o “anónimas” y esto hay que problematizarlo y discutirlo.
5. Finalmente, el elemento que pareció permear a todas las ponencias (al menos las que vi), es la idea de cambio, de cómo la fotografía está cambiando; en el fotoperiodismo, en su uso personal, en el arte, en la moda, en la ciencia. En última instancia, lo que parece estar discutiéndose es nuestra relación con una cierta epistemología, incluso diría que una ontología. La pregunta que flota de fondo es si podemos seguir teniendo la misma relación (moderna) con algo que aparece ahí, independientemente de nosotros. Eso que hemos llamado realidad.
Afortunadamente estamos en sintonía y diálogo con nuestros colegas del norte y fue un placer hablar largo y profundo con muchos de los académicos cuyo trabajo utilicé para mi tesis; Martin Lister (una de las referencias más importantes y un tipo estupendo), David Froholich (cuyo concepto de “etnografía de lo futurible” me encantó), Matteo Stocchetti (con quien hubo una química instantánea, quizá por haber sido los dos únicos latinos en la conferencia). Mikko Villi (que además de haber escrito una tesis estupenda habla un castellano genial) y, por supuesto, el organizador, Asko Llehmuskallio, un chaval súper inteligente, eficiente y con un trabajo muy interesante.
Habrá que continuar entonces por esta vía. Próxima estación conferencil: Londres.