La fotografia digital no s’entendria sense les xarxes socials

Originalmente aquí:

La fotografia digital no s’entendria sense les xarxes socials.

«Instagram n’és l’exemple paradigmàtic, sense la fotografia i sense la telefonia mòbil amb connexió a internet, no podria existir». Però n’hi ha molts altres: «Des de plataformes basades completament en allò visual (Flickr, Pinterest, Instagram) fins a plataformes que no tindrien èxit sense les fotografies (Facebook, Tumblr). I al mateix temps, la participació en aquestes xarxes fa que la gent fotografiï més i, sobretot, busqui fotografiar més perquè les imatges s’erigeixen com la base de la interacció social. Les xarxes socials i la fotografia en xarxa es coconstitueixen», afirma l’investigador de l’IN3 de la UOC.

Del memorable al quotidià

Ara «ja no solament es fotografien els moments memorables, sinó també els quotidians i banals», explica Gómez. Fruit d’això i de la importància creixent de les xarxes socials, l’expert apunta que també està canviant «la nostra relació amb la imatge i, en última instància, amb les persones i el món». Continue reading “La fotografia digital no s’entendria sense les xarxes socials”

Fotografía: Estado del Arte (notas de una conferencia)

Acabo de regresar de una de las conferencias más interesante en las que haya participado. En realidad era la combinación de dos cosas: Photomedia 2012 y un taller organizado por la Red Nórdica de Visualidad Digital titulado Las cámaras digitales como nexo en la vida cotidiana.

Aunque habría mucho que comentar (existe el proyecto de publicar una selección de papers) quisiera resaltar algunos aspectos transversales que me parecieron especialmente relevantes y que surgieron a lo largo del evento:

1. Parece estar tomando forma un campo de estudios, transdisciplinario, con el estudio de la fotografía (casi podría decir digital) como objeto de estudio en Ciencias Sociales. El campo tiene su referencia en tres journals que están consolidando su presencia cada vez más: PhotographiesPhotography and Culture y  Philosophy of Culture.

2. A pesar de que los estudios sociales sobre la estética o la indexicalidad siguen estando en el centro de la discusión sobre la fotografía, aproximaciones desde otras perspectivas comienzan a ganar terreno. En ese sentido mi propio trabajo representa una de estas corrientes que buscan estudiar a la fotografía no ya como representación sino como práctica,

3. Es curioso cómo hay un importante número de trabajos sobre los autorretratos. Aunque en su mayoría parten de una reflexión goffmaniana de “presentación del ser”, en relación especialmente con las redes sociales (curiosamente no siempre en facebook, aunque se piense lo contrario existen muchas plataformas de redes sociales que son locales y que tienen mucho éxito, especialmente entre adolescentes). Estos estudios sobre fotografía retoman la estela de los estudios de internet sobre identidad.

4. (Especialmente relacionado con lo anterior) Hay una necesidad imperiosa de discutir cuestiones éticas en el uso de las imágenes para la investigación social, en la vía de lo que trabajamos, con Elisenda Ardèvol, en este texto. La idea básica es que no porque tengamos acceso a las imágenes en internet estas son “públicas” o “anónimas” y esto hay que problematizarlo y discutirlo.

5. Finalmente, el elemento que pareció permear a todas las ponencias (al menos las que vi), es la idea de cambio, de cómo la fotografía está cambiando; en el fotoperiodismo, en su uso personal, en el arte, en la moda, en la ciencia. En última instancia, lo que parece estar discutiéndose es nuestra relación con una cierta epistemología, incluso diría que una ontología. La pregunta que flota de fondo es si podemos seguir teniendo la misma relación (moderna) con algo que aparece ahí, independientemente de nosotros. Eso que hemos llamado realidad.

Afortunadamente estamos en sintonía y diálogo con nuestros colegas del norte y fue un placer hablar largo y profundo con muchos de los académicos cuyo trabajo utilicé para mi tesis; Martin Lister (una de las referencias más importantes y un tipo estupendo), David Froholich (cuyo concepto de “etnografía de lo futurible” me encantó), Matteo Stocchetti (con quien hubo una química instantánea, quizá por haber sido los dos únicos latinos en la conferencia). Mikko Villi (que además de haber escrito una tesis estupenda habla un castellano genial) y, por supuesto, el organizador, Asko Llehmuskallio, un chaval súper inteligente, eficiente y con un trabajo muy interesante.

Habrá que continuar entonces por esta vía. Próxima estación conferencil: Londres.

About photography materiality and online/offline liminality

I just came back from the EASA conference in Maynooth, Ireland. Along with Elisenda Ardèvol, we presented our theoretical framework (practice theory) and my research on digital photography practices at the workshop: “The Rewards of Media“, organized by John Postill and Philipp Budka. So far, so good. Interestingly, the best came once the conference was over (not only for the wonderful night with friends at the Market Place, the surprises and then the great pub discussion about the relationship between Catholicism and cultural common features, Thanks Paco!), but because I was able to see and talk with some photographers at the “Peoples Photography Ireland“, a public exhibition of camera club photographers.

Although in my work I haven’t been able to work directly with institutionalized amateur photographers (since actually, what I propose in my dissertation is that flickr is becoming one mayor bridge between photography institutions and a wide range or photographers, from snapshotters to amateurs and professionals), it was very interesting for me to see them in action. I was expecting to find some “Dublin flickr group” exhibiting but it seems that only “old fashion” clubs were participating. Of all the thoughts that came to my mind, there’s one I want to make here.
We have been discussing for ages the problematic relationship between the concepts of online and offline in the Internet Studies. But what was very interesting for me watching the exhibition, was to see how digital (sometimes online) practices had intermingled, in a playful way, with the material and physical exhibition, materiality that, by the way, permeated some of the characteristics of online photo platforms (galleries in flickr, face”book”, etc.).  I’ll show some examples of it with few comments. Continue reading “About photography materiality and online/offline liminality”

“Networked images”. A conversation with Anne Beaulieu and Sarah de Rijcke´s paper

I just finished the reading of the paper Mediated ethnography and the study of networked images — or how to study ‘networked realism’ as visual knowing of Anne Beaulieu and Sarah de Rijcke, that they presented at the Visual Methods Conference. What I would try to do now is to relate some of their thoughts with my own work in the spirit of exchange and share. I’ll do it in a personal and reflexive way more than to establish an academic critic of their work (which I found fascinating and useful).

The relationship between STS studies and research in cultural domains seems to be a difficult and  it has not been more explored (cfr. Couldry). In my own work I have tried to set a link between cultural production and the role of technology in its shaping. While there seems to be several works from STS that relate photography with technology (de Rijcke, Meyer), they all are settled in institutional and organizational environments. Therefore, the changing and shaping of image technology seem to be goal oriented since this use is framed by the institutions whose borders are relatively easy to trace. On the other hand, there is a huge corpus of research in photography as a cultural object. Not only related to the aesthetics but also many works that are interested in the circulation and “institutionalization” of those images, for example in the art field (Becker, Bourdieu). There is also a third corpus that reflects on the “impact” of new photographical technologies in the changing of society (for example how the Kodak Brownie camera created a new form of photography: the snapshot). My trouble is that these three fields are disconnected from each other and I need elements of the three of them to explain my fieldwork. The first (STS) is very aware of the mutual shaping between technologies and practices but lacks to incorporate the content, meaning and aesthetics of the images in their analysis. And also, they don’t seem to be interested in how people put their desires and tastes in the creation and circulation of those images. The second corpus (that we could call cultural circulation or social uses of photography) is concern precisely with these elements in order to understand the creation of visual elites and power, but seems to have a naive approach to technologies that make this possible. The third one (Social impact), is too technological deterministic and barely useful in an ethnography of the mediations.

With the emergence of digital technology, a greatest “networked complexity” is added to the equation. Continue reading ““Networked images”. A conversation with Anne Beaulieu and Sarah de Rijcke´s paper”

De internet, sirenas, morfinas, virus y radiografías

He tenido al blog un poco olvidado, no sólo porque llevo un par de semanas fuera (a estas alturas hablar del congreso de la AoIR sería poco periodístico y de todas maneras ya todos mis compañeros dijeron algo más interesante que lo que pueda decir yo) sino porque a mi computadora de la oficina le entró un virus tremendo y porque he tenido inmovilizado el brazo. En cualquier caso lo curioso es que mientras algunas personas debatían en Dinamarca sobre si el online y el offline, yo no podía hacer nada online porque mi brazo estaba completemente off the line (chiste malo causado por el abuso en el consumo de ibuprofeno). Rebobino, el primer día de mi visita a Copenhague para el congreso, me resbalé intentando ver el monumento más famoso (y menos bonito hay que decirlo) de toda Dinamarca: la sirenita. Me resbalé con una piedra mojada y caí estrepitosamente mientras los turistas seguían tomando fotos sin querer enturbiar sus vacaciones con la desagradable visión de un mexicano retorciéndose del dolor a sólo unos pasos de la escultura estrella de la visita por la ciudad. Afortunadamente Elisenda (y un taxi) estaban lo suficientemente cerca como para que 20 minutos después pudiera llegar con mi dolor a un hospital que recuerdo como extraordinariamente amable. No haré halago de falsa valentía, el dolor era más fuerte que yo y sólo con ayuda de unos caballitos de morfina pudo calmarse lo suficiente como para que me tomaran unas radiografías y me recolocaran el hombro. En fin, que no disfruté la conferencia (excepto en ciertos momentos, no sé si de lucidez o de estados alterados de conciencia). Una de mis presentaciones dejó mucho que desear (aunque la otra creo que fue más que decente). Historia que sirve para dos fines; para “justificar” ante mis cientos de lectores (¿no hay un emotícono para ironías?) el tiempo transcurrido y para dar pie a mi primer post con una luxación (el lunes comienzo rehabilitación pero ya por lo menos puedo poner la mano sobre el teclado y escribir un poco).

Hoy fui al médico (uno más, éste, según dicen, especialista, traumatólogo). Los médicos cada vez se parecen más a los cajeros de los supermercados, la misma mirada ausente, el mismo tonito de “¿encontró todo lo que buscaba?”. Es curioso cómo esto de aprender a ser investigador hace que se sensibilice la mirada. Por ejemplo, me di cuenta que sólo me miró una vez a mí mientras que no despegó los ojos de la pantalla del ordenador (y vio 3 veces la de su flamante Iphone 3G que tenía sobre la mesa). Ahora viene la reflexión de fondo: el doctor miró muy por encima mi radiografía, concentrándose en ella y no en mi hombro. La radiografía pasó a ser, no ya la representación de mi sino la síntesis de la relación que tuvo conmigo en esos minutos que duró la consulta. Yo me convertí en la imagen de un hombro y en ello se concentró toda mi humanidad. La radiografía no habla del dolor que siento, de lo incómodo de no poder mover el brazo, de cómo me deja el estómago la medicina, en un estricto sentido me deshumaniza y me muestra sólo como un conjunto de datos para dar un diagnóstico. Cuando la sociología visual se encuentra con el Dr. House o algo por el estilo. En fin, estoy muy cansado y un poco mareado así que mi comentario sobre el libro que estoy (intentando) leyendo quedará para después, eso sí, les dejo mi luxación como homenaje al uso de la imagen más allá de la fotografía. El hombro del tesista: