En un texto elaborado por Felix Nadar, éste reflexionaba sobre la “teoría de los espectros” de Balzac, cito textualmente (mi traducción):
De acuerdo con la teoría de Balzac, todos los cuerpos físicos están hechos completamente de capas de imágenes fantasmagóricas, un número infinito de pieles como hojas que se encuentran una sobre la otra. Dado que Balzac creía que el hombre (sic) era incapaz de hacer algo material de una aparición, de algo impalpable, es decir, crear algo de la nada, él concluía que cada vez que le hacen una fotografía a alguien, uno de las capas era removida del cuerpo y transferida a la fotografía. Exposiciones repetidas traían como consecuencia la inevitable pérdida de las subsecuentes capas fantasmales, esto es, la misma esencia de la vida.
Me llamó la atención y lo lanzo en forma de reflexión metafísica porque en tiempos de facebook e instagram, pareciera que lo que sucede es precisamente lo contrario. La vida “digital” parece requerir un transvase continuo de estas “imágenes fantasmales”, de la vida cotidiana, a las plataformas donde se ponen en juego las subjetividades. He visto perfiles de Facebook con más de mil imágenes en la que aparece el dueño o dueña del perfil. De hecho, estos perfiles en los que se ve un mayor movimiento, son los que parecen más “vivos”. Quizá Balzac tuviera razón a medias y no es que con las imágenes se pierda la esencia de la vida sino que actualmente, a través de ellas, es como se puede transferir la vida a Internet.