Fotógrafos amateurs vs. fotógrafos profesionales

Estoy trabajando sobre la distinción entre fotógrafos “amateurs” y fotógrafos “profesionales” para una presentación que tengo, junto con Elisenda, en Berlín a final de mes.
Por lo visto, históricamente, la escisión (entre amateurs y “artistas”) se dio con la emergencia de las cámaras de bajo coste y de uso sencillo (léase Kodak 1) y su difusión masiva (antes todos eran amateurs). Un grupo de “esos amateurs”, comandados por Alfred Stiglitz, decidieron “separarse” y lo que hicieron fue “juntarse” (nótese el uso de ambas palabras) con “artistas” (plásticos, escultores, etc.). El resumen  (porque en realidad fue un complejo entramado de alianzas y creación de sentidos) es que, con el tiempo, se crearon dos “asociaciones” (en el sentido amplio); la de artistas (curiosamente no les gustaba que les llamaran fotógrafos sino artistas), reunidos en “sociedades”, con revistas, contactos con museos, galerías;  y la de fotógrafos amateurs (que tenían su base en los “clubes fotográficos”). Después se “profesionalizaría” el oficio y vendrían los foto-reporteros, fotógrafos de modas, productos, etc. Esta es la versión resumida y cutre, lo importante es la distinción que se generó a principios del siglo XX y que perduró, según mi hipótesis, hasta que llegaron las redes sociales y las cámaras digitales, que están problematizando la división. ¿Por qué? pues básicamente por 4 razones:

  1. Porque la difusión del trabajo “amateur” pudo “cortocircuitear” los canales de distribución-poder que habían instituido los profesionales (la gente puede “exponer” su trabajo en Internet con un costo mínimo y sin gatekeepers).
  2. Porque la fotografía ya no es sólo fotografía sino diseño y hay gente que, aunque no hace una fotografía perfecta, maneja los programas de postprocesado de manera increíble.
  3. Porque Internet (aunque no sólo internet), ha hecho que los “clubes de aficionados” obtengan una dimensión y una escala que antes no podrían haber tenido. De esa manera;  los trucos, los tips, las enseñanzas, las redes y la puesta en común, hacen que más de un “aficionado” pueda vender, exponer, etc. Incluso, las empresas tradicionales de fotografía están implementando sistemas para captar a esos fotógrafos, ya ha sido ampliamente comentada la alianza entre Getty Images y flickr.
  4. Porque una gran cantidad de personas, que  en otro momento, o de otra forma, no hubiera participado en clubes de aficionados, ahora puede hacerlo sin ningún tipo de trabas espacio-temporales o de costos.

Ahora bien, una de las cosas interesantes, que surge de los comentarios de los fotógrafos con los que he estado haciendo mi trabajo de campo, es que por lo visto se está abriendo un “nuevo mercado fotográfico”. Por un lado, el número de personas que tienen el equipo y la habilidad técnica suficiente como para hacer fotografías con una calidad respetable está creciendo. Por otro, el trabajo profesional tiene un costo muy elevado que no está al alcance de todos y para todo tipo de trabajos. Esta situación, combinada con la constante exposición y crítica fotográfica en sitios como flickr, hace que los fotógrafos aficionados puedan generar un nicho de mercado (y que no sólo  es el de CCB como le llaman los fotógrafos: Comuniones, Cumpleaños y Bodas). Un artículo, en la Revista Británica de Fotografía, apuntaba que, mientras los profesionales cobran por adelantado una calidad y un tiempo determinados, a un precio fijo, los fotógrafos “callejeros” pueden fácilmente vender sus trabajos ya terminados como productos elaborados.  Y esto es justamente lo que parece estar pasando a gran escala, que fotografías ya hechas y procesadas, pueden ser adquiridas en ese gran “mercado” que abre Internet.

Este es un ejemplo claro de cómo la compleja relación con la tecnología, transforma grandes porciones de la vida cotidiana, no de manera determinista y directa, sino a través de múltiples procesos y prácticas que convergen, emergen y se empalman.

10 thoughts on “Fotógrafos amateurs vs. fotógrafos profesionales

  1. Elisenda

    La cuestión a mi ver, que me sugiere tu post, es, por una parte, como Flickr “desestabiliza” el mercado de la fotografía, vinculado a una práctica profesional y como esto puede afectar a todo un colectivo que se gana la vida en ello, y que se vive como “intrusismo profesional” y la disolución de una barrera clara entre fotógrafos profesionales y amateurs, aunque quizás esa frontera nunca estuvo del todo bien definida como ya indicas. Otra, como a través de sitios como Flickr, la fotografia privada, personal, se convierte en un bien de consumo y entra en el mercado. Otra cuestión, no tratada aquñi es como todo esto se articula a partir de las redes sociales, y si esto está de alguna forma relacionado con la socialidad en Flickr o con la generación de una nueva identidad colectiva.

    Es decir, a mi ver, existen como tres ámbitos de la fotografia: la fotografía casera, la amateur y la profesional. La cuestión es tambien como el o la fotógrafa “casera” se convierte en “amateur” o como la fotografía casera pasa a ser una fotografía pública y vendible (de hecho, en los mercados de viejo, se venden fotografías caseras como antigüedades, es decir, la fotografía casera toma un valor de mercado con el tiempo), pero en fin, no sé si ya divago mucho.

  2. Thanks for this interesting post! Allow me to just share the first questions that came to mind when I read it, OK? I was wondering:

    – Are there also factors, web-based or not, that hinder the process you’re describing?
    – Do you also see new instances of boundary work coming from either those-formerly-known-as professionals and/or people in the art world for instance, who want to distinguish themselves from the ‘masses’ of professionalizing amateurs?
    – The availability of social networking and digital cameras as such does not in itself make everyone an expert, right? Does the definition of photographic expertise change over time and through new media use too?

  3. gsancornelio

    Estoy de acuerdo con que los AKA amateurs ya no lo son tanto y que en cierta manera ese aprendizaje compartido en las redes les sitúa en una posición tal vez intermedia, y muy cercana al concepto de pro-ams (profesionales o gente con formación pero con recursos limitados, entre los que yo situaría a los recién titulados tal vez) pudiendo en cierta manera competir con los profesionales, aunque se establezcan otros nichos de mercado, como tu sugieres. Lo que a mi me preocupa no es tanto esa idea de intrusismo o competencia profesional -al contrario, en este sentido se abren nuevas oportunidades- sino que estos colectivos se conviertan en mano de obra barata, es decir en la alternativa para evitar pagar precios profesionales. No sé si en este sentido conoces si se ha estabecido algún debate entre ellos sobre precios a pedir a sus clientes, competencia entre ellos, etc. o si estas cuestiones no se plantean en su práctica.

  4. Gracias (thanks) por sus comentarios a las cuatro, algunas respuestas:
    Eli:
    Quizá esa distinción (casera, amateur, profesional) haya quedado justamente desestabilizada. Quizá la respuesta sea tan sencilla como la económica; las personas hacen muchas más fotos, experimentan mucho más, difunden y comparten estas imágenes y justamente esa sociabilidad (lo de la identidad no lo discutiría en este momento) es la que permite que se abran nuevos “circuitos culturales”.

    Sarah:
    There are, no doubt, multiple factors regarding this movement, some of them not even regarding photography itself (like the knowledge transference between technical advanced photographers to others). Digital cameras and social networks are very important drivers in this knowledge transference that speeds the process of mastering techniques. Just one example of how this is different from the old “camera clubs” is the time and space. People don´t need a schedule or are constrained by the common equipment, they all have their equipment, they all do photography all the time and they all share that all the time. On the side of the professionals, well, they seem to be trying to compensate their “possible loss” of jobs and are becoming more and more “teachers” of this new digital amateur.

    Gemma:
    Ese punto es interesante (pero antes debo decirte que he visto a más de un “amateur” con 5Ds de Canon o con D700 de Nikon, cámaras que usan los profesionales). Siempre es una tentación hablar de “trabajo inmaterial”, sin embargo, si soy fiel a mi trabajo de campo, debo decir que la gente de todas maneras está haciendo fotos y, para ellos, venderlas es un extra agradable. Entonces creo que tendría que tener cuidado al usar el análisis “postmarxista” y, si bien es cierto que las empresas (y las personas) se dan cuenta que pueden obtener imágenes más baratas, los fotógrafos amateurs encuentran en ello un ingreso extra (que normalmente reinvierten en equipo). En todo caso el futuro creo que abrirá controversias interesantes.

  5. Jorge

    No chingues E ¿qué nunca te estás quieto?… Eres de lo que no hay.

    Un abrazo fuerte, aunque no diga na’ de las fotos…

    Feliz Año y más de todo lo bueno que te estás arrimando.

  6. Esta reflexión no es nueva para los fotógrafos. La definición de “profesional” solo se adquiere cuando alguien que es fotógrafo, idependientemenete de su origen, fotógrafo al fín y al cabo, vive exclusivamente de la fotografía. En cuanto a la proliferación de fotógrafos y su masificación en Internet, es evidente que crea un nuevo nicho, pero deduzco que solo como escaparate de un trabajo artístico que, en contadas ocasiones, alcanza el estatus de profesional.

    Otro aspecto a considerar es el de la calidad versus inmediatez en el caso del fotoperiodismo. Las agencias compran inmediatez, pero ya no tanto, después de comprobar que la calidad de la fuente en muchas ocasiones es un fiasco.

    Los profesionales son contratados por razones que van más allá de manejar Photoshop o tener buenas fotografías. Juegan aspectos tan fundamentales como la seriedad, interpretación, fiabilidad, etc. Al igual que en otras áreas, un profesional es un conjunto de cualidades de las que el cliente confía, y en el caso del fotoperiodismo, juegan otras habilidades y fiabilidades que no se pueden obviar.

    Recordemos que una cámara no hace al fotógrafo, ni Photoshop. Como decía Anssel Adams: “Lo más importante de un fotógrafo son los treinta centimetros que hay detrás de la cámara”.

  7. Gracias por el comentario Carlos, sigo trabajando con la problematización y si, una de las cuestiones es la económica y otra la de calidad, pero me sigue pareciendo que cada vez es más complejo desde el punto de vista sociológico. Seguimos…

  8. Muy interesantes sus comentarios, aporto diciendo simplemente que llevo 38 años trabajando en esta profesión y no me considero ni bueno ni malo, tuve que atravesar por caminos difíciles y épocas de oro y estoy aquí, orgulloso de haber estado presente en los momentos mas hermosos de la gente, fabricando sus recuerdos y le agradezco a la vida esta profesión y le agradezco a esta profesión mi casa, mi auto, mis viajes, mi familia y todos mis gastos pagos. Una sola es la diferencia!!, PROFESIONAL es aquel que vive de su trabajo, se responsabiliza del mismo y se compromete con el medio a sumar dií a día, esto implica muchas cosas, como capacitación permanente, actualización de equipamiento, estudio propio, estudio del mercado y sus cambios de demandas etc, etc.
    Respeto a los aficionados porque como docente de fotografía considero que ellos son el futuro, no bajen los brazos, úsenlos para abrazar el compromiso, no se van a arrepentir.
    “en el diccionario la palabra ESFUERZO esta mucho antes que la palabra EXITO”
    Atte Jorge De Filippo
    Presidente de la Sociedad de Fotografos Profesionales de Rosario Argentina

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