Leía la reflexión que elaboran Mackay y Gillespie (1992) en su texto Extending the Social Shaping of Technology Approach: Ideology and Appropriation, en la que plantean tres puntos principales: “Los sociólogos de la tecnología le han otorgado un lugar central insuficiente a la ideología como fuerza social”; “el marketing es parte de la construcción social de la tecnología no sólo porque informa sobre el diseño sino porque juega un papel en la construcción de la demanda” y por último, que “la sociología de la tecnología en general, ha fallado en mirar a la apropiación social subjetiva de las tecnologías”. Coincidentemente, al mismo tiempo me encontré con una nota en un blog, (no necesariamente nueva) sobre un modelo de cámara Canon que había salido al mercado. El subtítulo de la nota era “La cámara para mujeres”. Por supuesto la reacción de alguna que otra bloguera no se hizo esperar. Anécdotas y pasiones aparte, me puse a investigar un poco el asunto a la luz de la propuesta de los autores mencionados y pensando en la relación entre ideología y tecnología (ya Winner decía claramente que los artefactos tenían política). Ahora bien, en un pequeño artículo llamado “Las mejores cámaras digitales para mujeres. Queremos forma y funcionalidad” se menciona lo siguiente: “Si, como la mayoría de mujeres, tu lo que quieres es básicamente tomar fotos familiares (snapshots)…” y continua dando consejos. Es decir, parece que por un lado las compañías buscan construir un mercado “femenino” para la fotografía digital que tiene un componente de pragmatismo y facilidad de uso. Para ello, se apoyan en el “diseño rosa” (no sé si exista este término pero debería difundirlo). Es decir, en elaborar unos artefactos pequeños de líneas suaves, colores como rosa o violeta y con pocos botones. El marketing por supuesto, trata de reafirmar estos elementos empaquetándolos en un aparato “hecho por mujeres para mujeres”. Ahora bien, una de las cosas que he observado en mi trabajo de campo es que una gran cantidad de mujeres (que por ejemplo en flickr están en menor número que los hombres, a diferencia de otros sitios como los fotologs), participan activamente en otro de los elementos claves del consumo de cámaras digitales: la idea de “mejorar” su equipo. Mientras que por un lado la fotografía cada vez entra más en la dinámica de la obsolescencia planificada, por otro, los usuarios, conforme van participando más de su práctica, suelen buscar comprar mejores equipos, más caros y con especificaciones técnicas más avanzadas. En resumen (y esto es como un working paper), por un lado la socialización de la práctica de la fotografía digital parece tender a que las personas busquen hacerse de equipos mejores y más caros, por otro las compañías buscan abrir el nicho de mercado e involucrar a más personas en esta dinámica. Más allá de la ideología, los objetos se construyen en la práctica.
hola, te leo tarde y no me gusta seguir mantiendo el marketing como constructor de la demanda, es abocarlo a un fallido. Era el responsable de abrir la información sobre servicio y producto para favorecer la comunicación. Ahora sólo puede seguirla e intentar apuntarse a las relaciones generadas que interesan a las marcas. Coincido contigo en que ese “feminismo” es trasnochado.En Womenomics se valora el saber hacer y los estilos femeninos para humanizar las tareas de las organizaciones. Yo no esperaría de la industria semejante percepción de sensibilidad, mucho tenrían que cambiar las cosas.