En México hay un dicho que dice: “Ya no siento lo duro sino lo tupido” y que más o menos significa que ya no es la intensidad de, en mi caso una actividad, sino la cantidad de ellas el motivo del agobio. En fin, que tengo varios posts pensados-noescritos-olvidados (justificar que no escriba, escribiendo, es una dulce ironía).
Leía el texto de Geoffrey Bowler: “The Past and the Internet” en el que propone que un “nuevo régimen de tecnologías para guardar y dar forma a la experiencia pasada está siendo desarrollada a través de un proceso que llamo: databasing the world” (p. 22) y apunta una cosa que me llamó enormemente la atención. Sería muy difícil seguirle el rastro a una persona que haya muerto antes de la era digital (en el entendido de alguien común y corriente claro está), porque, dice, es mucho más fácil seguir los “rastros digitales”. Para ello, cita como ejemplo casos de blogs que siguen recibiendo comentarios después de que su dueño o dueña haya fallecido. Otra vez la cuestión de la relación entre la memoria, la subjetividad y los instrumentos de mediación, este tripartito es fundamental. En ese sentido, estoy haciendo un pequeño experimentito con mi nuevo juguetito y las posibilidades de conexión permamente que ofrece. He dado de alta una cuenta en Flickr donde se guardan fotos que van directamente, del click en el Aifon a Internet. La idea es jugar con una especie de Twitter visual. Idea que no es nueva ni mucho menos y cualquiera con un móvil puede hacerlo, lo interesante es como estoy “viviendo” la experiencia porque no tomo fotos de cosas importantes, sólo tomo fotos: a) cuando estoy aburrido y b) cuando la conexión es gratuita (ya sea por el WiFi o porque pagué el día de uso de datos GSM). Es decir, no subo en esa cuenta fotos que hayan pasado por el ordenador o que estén grabadas en el móvil, van; de mi ojo-pantalla (¿recuerdan el asunto cyborg?) a la pantalla de cualquiera que tenga, por ejemplo, un lector de feeds y que esté suscrito a esa cuenta. Tampoco es nueva la idea de documentar visualmente la vida cotidiana (Truman show, reality shows, bla, bla, bla), pero vivirlo (encarnarlo), resulta por demás interesante.
Sobre muerte y legado digital: http://www.error500.net/diegle-muerte-legado-digital