Es curioso cómo se generan ciertas sinergias que llevan a ciertas geografías a convertirse en las que aportan una mayoría de usuarios a ciertas plataformas tecnológicas (el uso de “ciertas” es intencional, que conste). Dos casos muy claros son el de Orkut con Brasil y de Fotolog.com con Chile (es interesante la participación tan activa de los chilenos también en Flickr y en otras plataformas de distribución-exhibición de fotografías, creo que debería ir a hacer trabajo de campo por allá, ¿Miguel, me invitas como investigador adjunto?). Recién se publica un estudio sobre los fotologs en Chile (que parecen ser un boom tremendo entre los jóvenes), aquí está la nota de un diario de televisión y aquí el blog en donde aparecen algunos datos del estudio; Miguel Arias, investigador principal del proyecto (quien amablemente me envió más información sobre el mismo) comenta varias cosas interesantes y está en sintonía con mi propuesta de trabajo con su interés por la “construcción del individuo” a partir del uso y puesta en escena de fotografías digitales (aquí la página de su consultora y aquí el de la universidad donde trabaja). Ahora bien, aunque supongo que la investigación está en una primera fase de corte cuantitativo para trazar un mapa general, y aunque no compartimos algunos presupuestos epistemológicos (por ejemplo, a mi me interesaría elaborar investigaciones de corte etnográfico que nos pudieran dar datos de cómo se integran estas prácticas fotográficas en la vida cotidiana de dichos jóvenes y como se co-constituyen las subjetividades a partir del uso de los dispositivos tecnológicos como cámaras, móviles e Internet, etc.), algunos de los datos que presentan son interesantísimos: Por ejemplo el hecho de que en diferentes regiones (En Chile más que provincias hay regiones) haya diferente objeto de las fotografías (en unas hay más fotos de grupo, en otras más personales), que haya más mujeres que hombres y que el “retrato personal” sea, en un porcentaje muy alto, la imagen más difundida (que no por “obvio” el dato carece de importancia). A mi en lo personal me hubiera gustado ver más datos sobre los comentarios que se dejan, la plataforma y sus posibilidades (y limitantes), un análisis de “redes” (al estilo Wellman), y el tipo de equipamiento tecnológico en relación a las prácticas. Estoy seguro que en próximos estudios y fases contemplarán aspectos más específicos. Si algo hay que reconocerle al estudio es que es eso, un estudio, una investigación, que genera datos (aunque en lo personal la metodología no acabe de convencerme y espero comentarlo con Miguel personalmente) y eso es lo que hace falta en esta era “2.0” de puros discursos y promesas: datos empíricos que nos den luz sobre cómo se insertan estas tecnologías en nuestra vida cotidiana. Por ello merecen una felicitación y vaya un abrazo hasta Chile.
Pues sí, es un tema interesante ese de la geografía. ¿Dónde queda aquella época en la que se decía que no existía la geografía?. El caso es que desde luego hay geografías, pero no sólo de los usuarios/individuos, también de los no-humanos (jejeje). Es decir: servicios de origen estadounidense, usuarios de otros países, información que se proporciona a los servicios ubicado en los EE UU… un tema al que incar el diente.
Y ese tema mi estimado Estarlella también es de importancia fundamental porque ¿qué pasa cuando una “tecnología extranjera” se convierte en cotidiana de los chilenos de Temuco, Puerto Mont o Viña? Todos esos perfiles y cruces de información ¿en las bases de datos de quién terminan? El estudio del que hablo debió haber hecho un gran esfuerzo por generar esos datos pero seguro que Fotolog.com tiene unas bases de datos impresionantes (por ejemplo tiempos de conexión, navegaciones, banners publicitarios efectivos, etc.). Si, habría que meterle mano al asunto.
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Ya te lo dije, Tesista, que debieras estudiar los fotologs…